¿Hacia dónde avanza el mundial?......

N de R: A todos aquellos que sigan este Blog, he de pedir disculpas por este paréntesis de tiempo sin actividad . Nada más lejos de mi intención, a partir de ahora publicaremos al menos cada 15 días. Lo dicho: Perdón y gracias por seguir ahí. Pienso que el paso de los años permite a uno comprobar la transformación que ha sufrido el mundial FIM principalmente en dos aspectos: la profesionalización del mismo hasta en los detalles más pequeños (alto grado de especialización),y el proceso de difusión y expansión que ha sufrido.Es éste último aspecto el que me gustaría que comentásemos hoy. A mediados de los años '80 la moto en general atravesaba un periodo de crisis aguda; no era la primera vez que sucedía; la industria estaba sumida en un periodo de recesión económica en el que los fabricantes japoneses dominan el mercado y las fábricas tradicionales europeas ven como estan abocadas a cesar su actividad. En el caso concreto del mundial FIM, una crisis más dentro de su breve historia de vida. Ante esta situación, la apuesta era arriesgada. Nadie parece tener soluciones que hagan ver la luz del final del tunel y el motociclismo deportivo atraviesa horas bajas. El conservadurismo parece lo más recomendable. Se buscan nuevas fórmulas para salir de esta situación. La proyección de un nuevo campeonato con un nuevo reglamento y el compromiso en firme por parte de las fábricas para retomar una situación nada halagüeña parece ser la mejor de las soluciones mientras se esperan tiempos de bonanza en la economía de la industria. Una empresa española recien nacida, DORNA, parece querer apostar fuerte por este nuevo proyecto adquiriendo parte de la explotación de los derechos de imagen sobre el Campeonato del Mundo y elegía por primera vez en la historia la TV como principal medio de difusión y captación del nuevo aficionado. La respuesta no tardó en llegar. Siendo el fútbol el deporte nº 1 mundial, establecido intocablemente desde hace años, el motociclismo aprovechó la baza del monótono espectáculo de la F-1 (con todos mis respetos). Hasta entonces el mundial se reducía a la ronda europea y a alguna salida intercontinental tipo Sudafrica,Japón o USA, no siendo fijos en el calendario y programados cada año a última hora y con alfileres. El mercado a conquistar era Asia, con un potencial desconocido hasta entonces; América, que tradicionalmente contaba con sus propias especialidades y había dado la espalda en contadas ocasiones al motociclismo de la vieja Europa; y Australia, que a pesar de la distancia que existe con el resto del periplo, siempre ha gozado de tradición y estabilidad como para asegurar su presencia.En el caso concreto de Asia, la moto es el principal medio de locomoción superando con creces al resto; un filón de demasiado peso como para desperdiciarlo por parte de la industria, más teniendo en cuenta la repercusión de los éxitos deportivos en las ventas de mercado. No se pueden olvidar los casos aislados de los paises de Oriente Medio aunque hoy por hoy sean poco representativos. Paises con un gran potencial, de economias muy fuertes y sin ninguna tradición histórica. Todo esto no podía venir solo; la TV no podía aparecer solitariamente surgiendo de la nada y la idea era (y sigue siendo) el promover el motociclismo deportivo a partir de la creación de los distintos campeonatos nacionales, el motociclismo de base, y de la construcción de circuitos que permitan la organización de pruebas del campeonato del mundo con todas las garantías. De todo ello resulta el actual campeonato con la TV como principal medio de difusión. Si bien todavía es pronto como para hacer un balance estable, los primeros resultados no han tardado en llegar. Sólo se han dado los primeros pasos. El merchandising ha aparecido -como en muchos otros espectáculos y eventos deportivos- tejiendo una bolsa de valores y marcas registradas en los que existen derechos para todo. Pilotos y marcas establecen su política comercial en base a sus resultados. Las previsiones en la mayoría de los casos se ajustan a estudios previos trazados con rigor. Los pilotos son estrellas mediáticas que prestan su imagen para comercializar todo aquello que pueda ser susceptible de ello:cascos, telefonía, gafas, ropa, etc.. Las marcas tienen en las carreras el mejor trampolín para sus políticas comerciales de sus modelos de calle. El ejemplo de Ducati es una confirmación de ésto. Tras pasar una crisis que a punto estuvo de costar el cierre de una de las mayores viejas glorias, las carreras han sido y son el mejor caldo de cultivo para justificar así el ejercicio de su actividad; fabricar motos con estirpe y personalidad. La TV concentra cuotas de pantalla que, hasta hace muy pocos dias, eran impensables en un campeonato devaluado y con un futuro un tanto oscuro. Y es que el alcance mediático es rentable se mire por donde se mire. El camino del mundial parece ser el de esa palabrita tan de moda que es la "globalización".